Carmen

Hoy quiero contaros algo que me quita el sueño desde hace un tiempo:
   -El otro día soñe con alguien.



En uno de mis sueños, aparecía una niña de aspecto increiblemente dulce, no sé, si era por su tierna carita con cierto aire de piyería que me simpatizaba bastante, o por su piel de perlas, su boquita de piñón o sus grandes y rebeladoras sonrisas.
En mi sueño nunca paraba de sonreir, era maravillosa, con ella todas las preocupaciones empezaban a volar y desaparecían.
Aún fuera del sueño, hacía alborotar mis tímidos mofletes haciendoles soltar una pequeñita sonrisilla o la mas descarada carcajada.
Era imparable, con deciros que, ni las pilas "duracell" tienen algo que ver con ella. Nunca se cansaba, a nada le decía que no y nunca la ví poner mala cara.
No sé qué me gustaba más, si su gracia y arte o su alegre salero con el que daba un bonito sabor a las cosas de la vida.
Era como una pastilla para el buen ánimo.
Aquella princesita de largo cabello dorado, al igual que el fondo de sus transparentes y cautivadores ojos, me inspiraban mucha confianzan...
La princesita sonriente, siempre tenía mucha gente a su alrededor; gente que la quería mucho, en especial, una florecita pequeña que compartía con ella el increible cabello dorado, además de los amores de su vida:
su cariñoso y mimado, Nicolai; por no hablar de su ojito derecho, Fernando, que era su dulce debilidad.
Tras soñar tantas veces con ella, llegue a conocerla...pero estas simples palabras no me sirven para describirla en su totalidad...es imposible...con todos y cada uno de sus bonitos detalles:
La barbie que llama a nuestros ojos con sólo pasar por delante y susurra con dulces palabras nuestros oídos.
Porque se me parte el corazón cada vez que la veo triste y sus ojos, tristemente se humedecen y comienzan a brillar.
No sé ahora, pero estoy convencida de que algún día encontrará a un magestuoso Ken, aquel que la hara soñar, reir y más.
Dicen que lo pierde todo, que para eso es un pelín descuidada, no lo pongo en duda, pero no me hagais la contra, sé que es todo, menos el corazón de los demás, pues de ese nunca se olvida. Y se encarga de cuidarlo diaria y personalmente...
Cómo le gusta hablar, pero es tan bonito lo que nos suele contar que nadie nunca la va a callar...
Y así, en todas las movidas o conversaciones la verás.
¿Sabeis lo que más me gusta de ella?, (ésto que quede entre nosotros) pues una que me conozco se suele sonrojar...me encanta como mira por aquella, la mima, la defiende, la cuida y la quiere...
Las niña de mis sueños, es aquella a la que alguien, le enseñó unas majestuosos valores para vivir esta vida que les enseñaron que a pesar de todo, nunca deben faltar las sonrisas y el sentido del humor.
La que asegura, que conserva intactas sus artes de ligar, aunque ésto nunca nos había hecho dudar.
Aquella a la que cuando miras, sus ojos se empequeñecen soltando una pícara pero ala vez vergonzúa sonrisa. Y qué bonita es...
Me ilusiona su impaciencia, sus ganas de vivir y las palabras con las que se dirige hacía mí...
Por esa gran flor de mi jardín, que brilla de día y deslumbra de noche; la princesa de las bellas sonrisas, las eternas y aterciopeladas sonrisas...
Éstas y otras tantas curiosidades más.
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Fue uno de esos sueños de los que parecen tan reales...que me confundían. Fíjate si era hermoso el sueño, que no me olvido de él y mucho menos, de la princesita de sonrisas eternas.
Éso fue, un bonito sueño. Aunque sé que a la protagonista la volveré a ver, sera un presentimiento, tal vez.
Por lo bonita que es...